El proyecto, "El riesgo del arte" se
presta a un juego interesante dentro de la fotografía, al
utilizar el término "riesgo" como posible elemento de
composición estética. Esto permite la apertura de
compuertas físicas y psicológicas a procesos en
exceso íntimos, de tal privacidad que la obra no pretende
ser una solución última sino solamente plantear una
capacidad de atención a la idea. La idea como objeto y al
proceso como obra. Una evocación directa y resonante a los
posibles futuros aun a pesar de ser un contrapunto de la realidad
cuyo límite es la concretación única. Es
realmente emocionante el tratar de persuadir un mundo sólo
de ideas, exclusivamente dedicado a su supervivencia. Las
transiciones a la realidad ya dependen del ciudadano de la
realidad, de alguien que no las haya pensado. El negativo
está expuesto y tiene una potencialidad infinita de
reproducción de poesía. No corre prisa para el
país imaginario.